
Barcelona tiene en INPUT High Fidelity Dance Club uno de sus vértices más sólidos. Nacido con vocación de club de escucha y ubicado dentro del Poble Espanyol, en la ladera de Montjuïc, se ha ganado un lugar propio en el mapa europeo por tres razones que raramente coinciden en un mismo espacio: sonido de alta fidelidad, producción inmersiva y curaduría exigente. El enclave no es casual: el recinto amurallado del Poble Espanyol actúa como refugio acústico que aísla del rumor urbano y permite trabajar la presión sonora con control. Una vez cruzada la puerta, la identidad es nítida: cabina a poca altura y pista compacta, sala oscura y foco absoluto en la escucha.
Ese enfoque se apoya en una ingeniería cuidada. INPUT opera con Funktion-One en configuraciones EVO al frente y stacks RES/F-series como refuerzo, con subgraves F-series alineados en tiempo para entregar pegada seca en la zona baja, medios presentes sin estridencias y un agudo nítido que no fatiga. El monitoreo de cabina replica la misma filosofía de claridad, de modo que el DJ mezcla cómodo incluso en pasajes densos. En lo visual, la sala integra instalación audiovisual inmersiva con LED perimetral 360º y una iluminación que acompaña —no interrumpe— la narrativa musical. INPUT no busca el impacto del macro; apuesta por la proximidad y por un relato que une grandes firmas con escenas que crecen desde abajo. Su nueva programación, de septiembre a diciembre, vuelve a demostrar por qué el club es referencia y punto de encuentro para distintas tribus de la electrónica.

El calendario arranca viernes 26 de septiembre (23:59–06:00) con Odymel, Mika Heggemann y Nita Key: tres perfiles que representan la savia joven del techno europeo, contundencia bien medida y lectura de pista sin pirotecnia. Un día después, sábado 27, Giorgia Angiuli toma la sala en formato live con su habitual arsenal melódico y guiños pop-techno, respaldada por Sole Llorente y Rowsi en una noche pensada para la construcción emocional sin perder empuje en la zona baja.
Octubre se inaugura viernes 3 con FUTURE.666 all night long, una maratón que explora el lado más crudo y rave de la casa, antes de uno de los hitos del trimestre: viernes 10 llega Adam Beyer con Pablo Say y Marian Ariss, cruce de líneas entre el canon Drumcode y la pegada ibérica. El sábado 11 aterriza Aerea (live) junto a Überkikz y Hades, noche de texturas densas y narrativa de club sin concesiones.
Una semana después, viernes 17, Rebüke trae su World of ERA Tour —rave, acid y techno con ADN irlandés— y el sábado 18 toma el relevo Archie Hamilton acompañado de Agustín Clark para desplegar la vertiente minimal-house de alta precisión que tantos adeptos tiene en Barcelona. El viernes 24 es turno de Luciid, energía de nueva ola entre el techno de club y la tensión trancey, y el viernes 31, Sedef Adasï comparte cabina con Francesco Carvetta y Hitch en un Halloween que promete amplitud estilística: electro, house musculoso y techno de líneas limpias.

Noviembre mantiene la velocidad. Viernes 7, Yanamaste —una de las firmas mentales más respetadas del circuito georgiano— comparte con Valav; el sábado 8 aterriza Craig Richards, histórico curador de fabric, para una lección de mezcla que puede virar del electro al minimal sin aviso. Sábado 22 se anuncia Sidney Charles —house robusto, grooves gruesos— y viernes 28 Nic Fanciulli con invitados especiales, puente entre progresivo, tech house y clásicos contemporáneos. El sábado 29 será para el techno ortodoxo con Jeroen Search, Alex Martin y Karcelen: crudo, funcional, sin adornos.
Diciembre abre domingo 7 con Reinier Zonneveld —live de alto voltaje, ácido en vena— más Mounique y Blondex, y cierra viernes 19 con un golpe maestro de escuela rumana: RPR Soundsystem (Raresh, Rhadoo, Petre Inspirescu) al completo, liturgia minimal de largo recorrido y uno de los bookings más deseados por la comunidad heads-down.

Más allá de los nombres, esta hoja de ruta explica la influencia real de INPUT en la escena: es un club que conecta generaciones (de Beyer a RPR pasando por Craig Richards), combina formatos (DJ sets y lives), y da espacio a la cantera local sin convertirla en telonera de trámite. La experiencia técnica es parte del discurso —Funktion-One EVO + RES/F bien afinado, LED 360º que envuelve sin distraer— y la proximidad convierte cada noche en un diálogo veraz entre cabina y pista. Aquí los grandes nombres vuelven a sentirse de club y los emergentes encuentran una sala que escucha.
Para quienes planeen visita, todas las noches operan de 23:59 a 06:00, con entradas en Resident Advisor y Xceed. Pero más que una agenda, lo que firma INPUT es un posicionamiento: en Barcelona todavía es posible bailar muy cerca del DJ, con sonido a la altura, y con una programación que no elige entre canon y vanguardia porque entiende que ambos se necesitan. Esa es, precisamente, la importancia del club en el ecosistema local y su aportación a la conversación europea: cuidar el detalle sin perder el pulso de la calle.