
El club berlinés resignifica por primera vez su pasillo mítico para acoger una exposición de Keyi Studio con retratos de Jeff Mills, Richie Hawtin, Ellen Allien, Helena Hauff, Dave Clarke o Veronica Vasicka, en una noche que suma directos, performance y un ritual de bienvenida.
El legendario Tresor vuelve a mover las placas de la cultura club: en colaboración con Keyi Magazine, el espacio Globus se convierte en epicentro de una velada que une música de vanguardia, artes visuales y performance, mientras su túnel —lugar de tránsito para generaciones de ravers— se transforma, por primera vez, en galería. La ocasión lo merece: “Behind the Bass Line”, exposición firmada por Keyi Studio (Izabella Chrobok y Grzegorz Bacinski), presenta una serie de retratos de figuras clave de la electrónica y del propio imaginario de Tresor: Jeff Mills, Richie Hawtin, Ellen Allien, Monika Kruse, Helena Hauff, Dave Clarke, Nastia, Bloody Mary o Veronica Vasicka, entre muchos otros. Un archivo visual que cruza historia, presente y aura del club.

La programación musical refuerza el gesto curatorial. En directo, subirán al escenario Ghosts in the Machine y Zanias, mientras que los DJ sets de AYA, Shakti, Eyes Dice y Berlin Bunny mantendrán Globus en alta rotación. Más allá del sonido, la noche despliega un corazón performativo: una presentación abierta del diseñador berlinés Marlon Ferry y una performance de Jiannyuh Wang, creador que aborda la caligrafía desde una óptica experimental, expanden el alcance de la propuesta y subrayan la voluntad de Tresor x Keyi de romper fronteras entre disciplinas.

La experiencia se completa con un ritual de bienvenida para quienes lleguen primero: goodie bags exclusivos y un aperitivo ideado por el chef Gabriele Locorotondo, pequeñas atenciones que marcan el tono de una noche pensada como recorrido, no como suma de actuaciones. El resultado es un manifiesto cultural: música, moda, fotografía y performance en diálogo, dentro de uno de los templos del techno que mejor entienden que el club puede ser también museo, laboratorio y comunidad.
“Behind the Bass Line” no solo ilumina rostros; ilumina una forma de entender la vanguardia electrónica: aquella que encuentra en el cuerpo en movimiento y en la imagen dos caras del mismo latido. En Berlín, y en Tresor, ese latido sigue marcando el compás.