#crónicaLV : Chrøma debuta con fuerza en la sala Art de Madrid

La noche del viernes 20 de septiembre nos permitió vivir uno de esos estrenos que
superan todas las expectativas. Chroma se presentaba en Madrid, en una de las salas de moda, Art, en la estación de Príncipe Pío a la brisa de la Casa de Campo y a un paseo del mismo centro dejándose caer desde de Gran Vía. Por una vez llegamos al Club de la noche antes de la apertura, a las 00h cuando el ambiente aún era relativamente tranquilo a las puertas. Sin embargo, lo que comenzó como una entrada sin demasiada agitación, pronto se convirtió en una auténtica avalancha de clubbers. Para las 00:30, la fila de personas que esperaban acceder a la sala había crecido tanto que se extendía por las famosas escaleras de la estación. El interés por el estreno de Chrøma era palpable, y las expectativas estaban a punto de cumplirse.

sala ART

La casa de Chroma es una de las salas más activas de la Capital, Art es la casa de muchas propuestas de variados estilos, nunca hemos estado en Nueva York de fiesta pero justo así nos imaginamos sus Clubs, unas naves de espacios amplios, techo alto, con mucho hormigón.. Todo aderezado con luces leds y visuales que le dan calidez y color y te permiten vivir una experiencia cada noche.

Gloria Black: el debut de una residente con fuerza.

La primera sorpresa de la noche vino de las manos de Gloria Black, quien debutaba como residente de Chrøma y daba estreno a esta nueva aventura. Sin duda la labor de los residentes es de suma importancia, ya que son los encargados de dar personalidad y continuidad a la marca y Gloria cumplió su misión con creces. Desde primera hora marcando estilo con cada track, Techno serio berlinés para calentar motores, bombos y atmosferas para ir recibir al personal y prepáralos para una noche de baile al estilo Chroma.

Costa: un set vibrante de Techno groove

Poco después, fue el turno de Costa, otro guerrero de la escena madrileña, quien mantuvo el ambiente en lo más alto con su característico techno cargado de groove y vocales. Sus ritmos bailables y su energía en cabina hicieron que el público no pudiera dejar de moverse, aportando el toque perfecto para mantener la noche vibrante y dinámica. Combinando novedades con clásicos infalibles como el «Blackwater» de los Octave One que siempre te alegran la noche.

Arots: Disciplina y perseverancia.

La barcelonesa afincada en Madrid donde ya es una habitual de la escena movió con destreza la pista preparando la llegada de la invitada estelar de la noche con bombos y melodías.

Nur Jaber: El Techno que llegó de Oriente.
El plato fuerte de la noche, como se esperaba, fue la aclamada Nur Jaber. Con su estilo inconfundible, hizo una declaración de principios en cada mezcla, llevando a los asistentes a un viaje oscuro e hipnótico, pero a la vez cargado de energía. La libanesa residente en Berlín combina el Techno Europeo con sus raíces Libanesas. Un pequeño país mal acostumbrado a la inestabilidad, las guerras y ataques varios por parte de Israel, que pese a los intentos sobrevive con diversidad y fuerza, combinando siglos de historia con una de las Capitales más vanguardistas de la zona como es Beirut.

El sonido envolvente y profundo de Nur Jaber combina Techno industrial y acid ravero con momentos más tranceros con reminiscencias orientales que hacen volar tus pies y a tu mente. Nur nos trajo una experiencia liberadora tras una semana de obligaciones, celebrando que ya es viernes y ya estas con tus amigos haciendo lo que más te gusta.

Nur sin duda es una de los nuestros y no pudo resistirse a bailar el cierre entre el público como una clubber más que siente cada bombo en el alma.

Un ambiente único de respeto y libertad.

El ambiente en la sala Art fue exactamente lo que se esperaba de Chrøma: acogedor,
inclusivo y respetuoso. Desde el momento en que cruzabas las puertas, queda claro que
la única preocupación de los asistentes era bailar y disfrutar de la música. No había espacio
para los prejuicios ni las tensiones, solo para la pasión compartida por el baile. La
propuesta de Chrøma de crear un espacio seguro y libre de juicios se sintió genuina,
convirtiendo la pista en un lugar donde todos podían ser ellos mismos.
En definitiva, el estreno de Chrøma fue un éxito rotundo, no solo por la calidad de los
artistas, sino también por la atmósfera creada. Madrid ha ganado un nuevo espacio para el Techno , y si la noche del debut es una indicación de lo que está por venir, Chrøma
está destinado a convertirse en uno de los referentes de la escena electrónica de la capital.